NUEVOS RESULTADOS
Tenemos nuevas aportaciones. La cosa se iguala: 6 votos para el paisaje 1, 6 para el 2. ¿Cuál es vuestra opinión? En la próxima entrega os propondremos un breve debate y alguna idea para aplicar al ámbito urbano…
Os planteo un pequeño experimento colectivo.
El paisaje es más que un recurso estético. Hay abundante evidencia científica sobre el efecto positivo que pueden tener los paisajes en la salud humana. La inmersión forestal, pero también observar el paisaje, pueden mejorar tanto la salud física como la psicológica. La exposición a los ambientes naturales se asocia a una disminución del estrés, de la presión arterial, pero también a una mejora del sistema inmune y de las capacidades cognitivas.
De este modo, el contacto con la naturaleza y la visualización de paisajes naturales deja de ser un mero recurso estético o de ocio, para convertirse en un «activo de salud». Por esta razón empiezan a proliferar programas oficiales para promover el contacto de los ciudadanos con la naturaleza. Ahora bien, ¿qué naturaleza?
Aunque inicialmente pensaremos en grandes paisajes alpinos, las riberas de los grandes ríos o bosques frondosos, hay otros paisajes más cercanos que pueden proveer los mismos servicios. Es más, los parques urbanos y bosques periurbanos, incluidos huertos urbanos, pueden resultar altamente beneficiosos… y asequibles.
Antes de proseguir, hagamos un primer ejercicio colectivo. Concretamente, veamos con qué tipo de paisajes nos sentimos más cómodos.
Si os animáis, decid cuál de estos dos paisajes (os dejo enlace de descarga) os genera mayor sensación de bienestar o confort al observarlo.
