¿No os parece extraño llamar malas hierbas a plantas con flores tan bellas como estas?
Tal vez, obsesionados con nosotros mismos, como especie y como individuos, tendemos a alejar todo aquello que no nos es directa e inmediatamente útil.
Sin embargo, haciéndolo nos empobrecemos. Si mala hierba es sinónimo de «no me interesa», entonces nos podemos estar perdiendo oportunidades de enriquecimiento, o de recuperar sensaciones tan bonitas como observar de cerca (acércate, sin miedo) flores como las de Echium creticum: