Lo bueno de abrir nuestra perspectiva es que te encuentras momentos de belleza que, de otro modo, te pierdes. Si nos abrimos cada día, cada día nos enriquecemos. Si nos ofuscamos, solo entra lo que nos oscurece. Gaviota deslizándose frente a la luna. Arrozales en el Parc Natural de l’Albufera de València.